ANOCHE
Hoy me levante nítida. Dormí diez horas seguidas y tuve millones de sueños que segun recuerdo casi todos eran agradables. Me estoy dando cuenta de que cada vez soy mas animal y menos gente. Cada vez me sobra mas la sociedad y las conductas sociales, cada día paso mas del mundo, del dinero, de todas esas vainas, mientras que aumentan mis necesidades animales. Es lo que mas satisfaccion me da y lo que mas beneficios me reporta.
Creo que me estoy convirtiendo al hedonismo. Todo me tiene que causar placer de una o de otra forma y si no es asi paso, no lo quiero. Incluso el dolor o la tristeza los empiezo a gozar como parte de mi vida animal.
Anoche estaba sin fuerzas, era un cuerpo flotando en la noche, entre extraños, pero cada vez que necesitaba un punto de apoyo para no caer, habia algún amigo que me servia de soporte. Así fue como entre abrazos y saludos, entre miradas complices, fui recuperando mi ánimo. Por supuesto la música tambien estaba alli para despertar mi cuerpo, es como una especie de virus que me invade desde dentro, con un suave cosquilleo que se va expandiendo hacia afuera, hasta que me sale por los brazos y las piernas. Todas y cada una de las canciones de anoche, las goce, y la suma de todas ellas se convirtieron en el tratamiento perfecto para curar mi alma y devolverme las energías perdidas.
Marel tambien puso su granito de arena, cantó con el corazón, llenando los nuestros de amor y de amistad, en un guiño cómplice en el que bastaba mirarle la cara para entender lo que nos queria contar, no hacia falta oir la letra. Incluso hubo una canción en la que nos puso a tocar con ellos y se montó una sección de percusión en la barra. Yo tengo dos dedos machucaos, hinchados y llenos de moraos que casi no me dejan escribir, jeje.
Fue una buena noche. Muchas gracias a todos los que poneis música a mi vida.
Creo que me estoy convirtiendo al hedonismo. Todo me tiene que causar placer de una o de otra forma y si no es asi paso, no lo quiero. Incluso el dolor o la tristeza los empiezo a gozar como parte de mi vida animal.
Anoche estaba sin fuerzas, era un cuerpo flotando en la noche, entre extraños, pero cada vez que necesitaba un punto de apoyo para no caer, habia algún amigo que me servia de soporte. Así fue como entre abrazos y saludos, entre miradas complices, fui recuperando mi ánimo. Por supuesto la música tambien estaba alli para despertar mi cuerpo, es como una especie de virus que me invade desde dentro, con un suave cosquilleo que se va expandiendo hacia afuera, hasta que me sale por los brazos y las piernas. Todas y cada una de las canciones de anoche, las goce, y la suma de todas ellas se convirtieron en el tratamiento perfecto para curar mi alma y devolverme las energías perdidas.
Marel tambien puso su granito de arena, cantó con el corazón, llenando los nuestros de amor y de amistad, en un guiño cómplice en el que bastaba mirarle la cara para entender lo que nos queria contar, no hacia falta oir la letra. Incluso hubo una canción en la que nos puso a tocar con ellos y se montó una sección de percusión en la barra. Yo tengo dos dedos machucaos, hinchados y llenos de moraos que casi no me dejan escribir, jeje.
Fue una buena noche. Muchas gracias a todos los que poneis música a mi vida.
1 Comments:
Gracias Paz, con la música siempre a donde nos lleve el instinto!
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