PEPE
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Se apareció un día, en la galería, chillando como un loco, como si lo estuvieran persiguiendo. Tuve que dejarle entrar "obligao", y desde ese momento se adueñó de la casa y de mí. Pepe eligió su nombre, decidió que quería llevar collar, porque él no era cualquier gato. Pepe hablaba por los codos y sobretodo protestaba por todo, es el gato más jodón que he tenido, y también el más listo. Lo que mas le gustaba a Pepe eran las rutinas conjuntas que teníamos, desde que me levantaba hasta que nos acostábamos, el seguía los mismos horarios que yo, y no son fáciles. Pepe siempre tenia un bol con comida, pero no comía si yo no hacia el paripé de echarle mas. Probada toda mi comida, hasta lechuga comía Pepe. No había nada que yo hiciera en el día en lo que el no tuviera una participación activa. En las noches, me esperaba en la ventana, hasta altas horas de la madrugada, y en cuanto me veía bajar del carro salía “juyendo” escaleras abajo, y me hacia una bulla, como si me hubiera ido un mes. Pepe no era “lambon”, ni demasiado sociable, pero a la gente a la que yo quiero de verdad no se les separaba desde que entraban a la casa. Anoche a las 3 de la mañana lo tuve que llevar a urgencias, estaba muy malito, el veterinario se lo quería quedar ingresado, yo me lo traje a la casa, dormimos juntos, bueno le estuve velando, porque paso una noche horrible, pero le acariciaba y se calmaba un chin. Esta mañana Pepe no aguanto mas y me dejo sola. No se como voy a hacer ahora para moverme por la casa sin tropezarme con él a cada rato, metido entre mis pies, no se como voy a comer sin mi catador favorito, ni como voy a hacer para levantarme y acostarme sin él. Supongo que tendré que cambiar los hábitos un chín, lo justo para preservar esa convivencia especial que era de los dos.
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ADIOS PEPE, HAVE A GOOD TRIP
Se apareció un día, en la galería, chillando como un loco, como si lo estuvieran persiguiendo. Tuve que dejarle entrar "obligao", y desde ese momento se adueñó de la casa y de mí. Pepe eligió su nombre, decidió que quería llevar collar, porque él no era cualquier gato. Pepe hablaba por los codos y sobretodo protestaba por todo, es el gato más jodón que he tenido, y también el más listo. Lo que mas le gustaba a Pepe eran las rutinas conjuntas que teníamos, desde que me levantaba hasta que nos acostábamos, el seguía los mismos horarios que yo, y no son fáciles. Pepe siempre tenia un bol con comida, pero no comía si yo no hacia el paripé de echarle mas. Probada toda mi comida, hasta lechuga comía Pepe. No había nada que yo hiciera en el día en lo que el no tuviera una participación activa. En las noches, me esperaba en la ventana, hasta altas horas de la madrugada, y en cuanto me veía bajar del carro salía “juyendo” escaleras abajo, y me hacia una bulla, como si me hubiera ido un mes. Pepe no era “lambon”, ni demasiado sociable, pero a la gente a la que yo quiero de verdad no se les separaba desde que entraban a la casa. Anoche a las 3 de la mañana lo tuve que llevar a urgencias, estaba muy malito, el veterinario se lo quería quedar ingresado, yo me lo traje a la casa, dormimos juntos, bueno le estuve velando, porque paso una noche horrible, pero le acariciaba y se calmaba un chin. Esta mañana Pepe no aguanto mas y me dejo sola. No se como voy a hacer ahora para moverme por la casa sin tropezarme con él a cada rato, metido entre mis pies, no se como voy a comer sin mi catador favorito, ni como voy a hacer para levantarme y acostarme sin él. Supongo que tendré que cambiar los hábitos un chín, lo justo para preservar esa convivencia especial que era de los dos.
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ADIOS PEPE, HAVE A GOOD TRIP